Friday, October 12, 2007

Subte 58

Pintar el mundo de azul, volar por todas la ciudades del mundo, decir tu nombre, verte al espejo desnudo y empezar a llorar maravillado. Salir de casa, ir directo a la estación más cercana, decirse adiós a sí mismo en todos los cristales de aparadores y entrar en el subte. La poesía: lo cura, locura... La poesía no vende; la poesía es lo que más se escribe; la poesía no se lee ni se entiende, se siente; eres poesía; el mundo es poesía; no sé qué es la poesía. Los trenes de Italia son los peores, los de toda Europa son caros, aquí ni hay (sólo en Chihuhua y eso no es todo). Ahí va el mundo volando, acercándose a donde dicen que se acaba, adónde el agua escurre la cascada infinita y uno se avienta para entrar al revolcadero del tiempo. Cuando se va en los trenes uno ve al otro, al otro que es uno que también observa el paisaje; se hace autorretratos partiendo de su misma cara y se ve (piensa en que antes volaba sobre el mundo y lo pintaba entero de azul). Así es la vida, se llena de colores o mancha de gris, o simplemente se camina por la calle esperando el momento preciso, el lugar exacto para nombrarla.
SUBTE 58, Poemas de Enrique Carlos, Fabio Scotto, Bernard Pozier, Alejandra Quintero, Claude Beausoleil, Reinhard Huaman Mori, y José María Memet y fotografías de Raúl Suazo.

1 comment:

Tina Marie said...

Gracias por tu visita a mi blog.
Saludos.